Derechos de los lectores

Lo del decálogo


Copiado descaradamente de 
Gracias

​Yo tenía que explayarme sobre esto, que es lo que me reconcilió con el libro y con este buen señor.

1. el derecho a no leer
Cada vez más a favor de este derecho. Entiendo que un crío tiene que leer por narices, porque le hace falta como parte de su educación y para aprender a estudiar. A partir de determinado momento, leer tiene que ser un placer...aunque el otro día leí en el periódico que los niños que leen por placer entre los 10 y 16 años son los que más avanzan en sus estudios. Según el artículo es más importante el nivel cultural de los padres que el económico.
Para mí leer es uno de los grandes placeres de la vida...pero el que se lo quiera perder, pues eso, que se lo pierda. 

2. el derecho a saltarnos páginas
Muy a favor. Yo lo llamo lectura creativa cuando lo hago por sistema en un libro. Y lo hago a menudo cuando releo, me salto trozos que no me interesan mucho para volver a los que me gustaron.
La lectura creativa es uno de los grandes descubrimientos que he hecho en el club, lees 10 páginas, te saltas 20, lees 15 y te saltas 50...y luego te quejas de que no te has enterado de nada.
Lo hice mucho con el de la señora que andaba y un poquito con Laura Díaz o Díez o me da lo mismo como se llamase.

3. el derecho a no terminar un libro
Esto es básico. Creo que si sólo pudiese conservar un punto de este decálogo sería éste. 
A mí me cambió la vida El Señor de los Anillos, que leí en 2003, la primera parte me encantó, la segunda pichínpichán, y con las 200 páginas finales sufrí la vida. Y lo terminé por mis santas narices. Y juré que nunca más. Aunque algunos del club también los he terminado sin mucha gana. Tampoco está mal lo de probarte a ti mismo que de verdad te lees cualquier cosa. 
En cualquier caso, estoy muy a favor de poder abandonar libros. Cada año abandono un par, y no me da nada de pena.

4. el derecho a releer
Me gusta releer. Pero desde hace dos o tres años y por culpa de un montón de sugerencias lectoras que me van llamando la atención, no me da la vida. Y no me termina de hacer feliz.
Antes siempre llevaba al retortero cuatro libros: dos en inglés, dos en español. Dos nuevos, dos de relectura. Pero era joven y me daba la vida. Y no curraba todas las tardes.
Ahora tengo que seleccionar. Y si releo, no leo. Necesito que me toque la lotería YA para poder dedicarme a estas cosas 

5. el derecho a leer cualquier cosa
Superafavor, oseatíatelojuro. Me gusta leer mierdas. Y no tan mierdas. Y cosas muy serias. Y hasta alguna medio sesuda.
Pero he leído el de Peñafiel, el del primo de Letizia, el de la Sartorius...y mucho chick-lit (yo pensaba que todo pero es inimaginable el volumen de chicklit que hay en inglés)
También he leido a Wallace, Irving, Grandes, Hornby, Oz...hay tiempo para todo.
Sobre el chick-lit debería explayarme un día, como género completamente de evasión y final feliz. Que a veces hacen falta los finales felices.

6. el derecho al bovarismo
Dice la wikipedia que el bovarismo es el estado de permanente insatisfacción que tenía la Madame en cuestión. Si lo entendemos así, yo no quiero estar insatisfecha con mis lecturas, pero no me parece mal tener "reconocido" el derecho a estarlo. Y menos en este club donde siempre hay alguno muy descontento con el libro de turno.

7. el derecho a leer en cualquier sitio
Tampoco soy ya la que era. Pero sigo leyendo casi en todas partes. La mayor ventaja del libro electrónico es lo de no cargar con peso y que cabe en todas partes: leo en el camino al curro, leo por la calle al salir del metro, leo esperando, leo en el baño (he llegado a meterme en el baño del curro a terminar un capítulo antes de ponerme a currar), en la cocina...sólo no llevo el libro si voy con N, que le parece de poco amor lo de ir juntos en el metro e ir leyendo.
Tengo la inmensa suerte de tener un marido, padres, hermano y cuñada lectores...este verano en Santa Pola hubo un momento en el que los seis estábamos cada uno con nuestro libro, y me gustó eso.

8. el derecho a hojear
Una de las desventajas del libro electrónico es que lo de hojear no es muy fácil. Tampoco es que sea mi mayor afición como lectora, pero está bien cuando un libro te llama la atención poder cotillearlo: pasar páginas, ver el tipo de letra y los párrafos. Leer un trocito al azar.
Está bien. No me parece vital.

9. el derecho a leer en voz alta
Me es completamente indiferente. En mi colegio leíamos muchísimo en voz alta, por lo que me ha tocado leer en varias bodas y he quedado bastante bien. Pero más que un derecho debería ser algo normal, que todos supiésemos leer en voz alta, que oyes leer a la gente y te da mucha vergüencita ajena: no hacen pausas donde toca, no entonan...

10. el derecho a callarnos
​ Me callaré si quiero, que para eso soy indomable. No entiendo muy bien a qué se refiere con este derecho, pero es obvio que el derecho a callarse está muy bien. De hecho, en ocasiones tendría que ser una obligacion, por aquello de más vale callarse y parecer idiota que abrir la boca y demostrarlo.

Y con esto, chimpún. Ea.​

No hay comentarios: